Los hermanos Samy y Sandra Sandoval comenzaron su carrera artística en su natal Herrera, cuando aun eran un par de adolescentes. Poco a poco fueron conquistando pequeños pueblos y otras provincias como Chiriquí, Coclé, Veraguas y Los Santos.
Tras conquistar la región central del país el camino a la capital no fue fácil. Les costó posicionarse en el gusto de los amantes de la música típica popular. Tuvieron breves apariciones en programas radiales y una que otra difusión en RTVE Canal 11.
Los inseparables hermanos Sandoval empezaron su andar por el mundo del espectáculo con su grupo Ritmo Montañero. Su evolución artística contribuyó a que lograran conquistar tanto a los fanáticos de la música típica como al público en general.
Primero conocimos a una Sandra alegre que amenizaba sus presentaciones e invitaba a que el público participará, luego esa voz y sus letras, creación de los más destacados compositores del género como Christian García (autor de gran parte de sus batazos musicales), acaparó la atención de los jóvenes de clase media y media alta por sus sensuales movimientos en las tarimas y lo sexy de los conjuntos que utiliza.
Samy y Sandra se convirtieron en un verdadero fenómeno solamente comparable al de los míticos Victorio Vergara Batista, Dorindo Cárdenas, Ulpiano Vergara y Alfredo Escudero. A este cuarteto ganador le costó años y años de lucha y éxitos para posicionarse en el gusto del público en general, fuera de las fronteras del ambiente típico. Sin embargo, a los hermanos Sandoval les tomó menos de quince años.
El conquistar la ciudad de Panamá les facilitó el acceso a los grandes medios de comunicación. Rápidamente los hermanos se convirtieron en un elemento indispensable en la mayoría de los espectáculos, como la Teletón y el cada vez más famoso carnaval tableño. Para las fiestas del Rey Momo tuvieron que actuar en un solo día en más de un lugar. Y es que no había fiesta donde no estuvieran invitados. Se transformaron en las figuras del momento con éxitos como Brindemos por lo nuestro, La mujer superficial, La gallina fina, Oiga el viejo pa´ jodé y Lo que no da se deja.
De su vida se hicieron reportajes en programas de televisión como Los compadres, Aires de mi tierra, Hecho en Panamá, De Mujeres, etc. En el espacio De Mujeres, Sandra dijo una frase que se ha convertido en una de las más populares entre los panameños: “No hay mujer fea, sino mujer sin plata”.
Han explorado la actuación en sus videos musicales y en pequeños papeles en programas como Hecho en Panamá y Los Vergara. Sus amigos más cercanos dicen que tienen un buen sentido de humor y este lo han sabido traspasar a la pantalla chica panameña. También la gente aplaude el hecho que Sandra Sandoval terminara su carrera de derecho y que tenga su consultoría jurídica. Por su parte, Samy es ingeniero graduado, aunque no tenga tiempo para ejercer.
Entre sus logros más recientes están sus actuaciones en el programa Sábado Gigante de la cadena Univisión, en Miami; en el Festival de la Calle 8, y hasta han conquistado Europa con presentaciones en Mónaco y Bélgica. También han grabado discos en compañía de grandes como Gilberto Santa Rosa, quien los considera unos de los mejores del género típico panameño.
Estos jóvenes músicos de Monagrillo son considerados en la actualidad Los Patrones de la Cumbia, tal vez porque fueron los primeros en realizar un concierto de su género, a escala masiva, en el Teatro Anayansi del Centro de Convenciones ATLAPA o por ser nuevamente los innovadores de la música típica al lanzar un DVD y el libro Samy y Sandra, la historia escrito por Sergio Pérez Saavedra, que tuvo buena aceptación entre sus fanáticos, que por cierto están bien organizados en un club y que se hace sentir en los diferentes medios de comunicación.
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